Lowrance Elite-4x HDI – Pesca vertical

Considero que la planificación en tu jornada de pesca es parte fundamental, por este motivo llegar al pantano y encontrar que los barbos estaban ocupando las orillas en plena época de freza no auguraba una buena jornada. Lejos de desistir opte por cambiar la estrategia, cambie la configuración del equipo, Lowrance Elite 4x, para buscar peces solitarios en el centro del pantano ya que estos serían los únicos dispuestos a interesarse por nuestros señuelos.

A los pocos minutos un eco en la pantalla delata la presencia de un barbo en torno a los 25 metros de profundidad, rápidamente dejó caer el señuelo siguiendo el descenso en la pantalla sin perder de vista la línea horizontal que dibuja el pez, viéndolo subir cuando detecta la presencia del señuelo. La experiencia con estos ciprínidos me dice que debo mantener la calma y dejar que el señuelo siga bajando, inmediatamente el pez cambia su trayectoria y ambos se dirigen a las profundidades, hasta ver que el barbo disminuye la velocidad, es momento de empezar a recoger linea, aplicando tirones una técnica más propia de agua salada pero que usada correctamente se ha mostrado muy efectiva en aguas continentales.

La respuesta del barbo no se hace esperar siguiendo nuestro señuelo, a lo que vuelvo a dejar caer el señuelo, mientras un segundo barbo aparece en la pantalla atraído por la vibración de la ondulante, en ese momento retomó la recogida, sin que el barbo cese en su persecución, hasta ver como este disminuye la distancia con el señuelo, en ese preciso momento aplicó tirones más rápidos y cortos provocando el deseado ataque, tan agresivo que no es necesario clavar.

Con estos peces suelo usar equipos pesados para no alargar la lucha en exceso y poder liberar el pez en perfectas condiciones, por lo que tras unos pocos pero intensos segundos el pez llega a la superficie, rápidamente lo desclavó para que vuelva a las profundidades.

Si bien la jornada no fue como se había planeado, con un uso adecuado del equipo las capturas se fueron sucediendo, y es que nunca hay que detenerse frente a la adversidad.

Pau Gonzalez