Ponemos toda nuestra atención en elementos importantes como: el tener y saber usar un buen equipo de sonda, un excelente piloto automático, una útil emisora o una caña polivalente…
Porque qué importantes son (en todo) los pequeños detalles.
Hoy nos fijaremos en uno de los puntos débiles de muchos: los nudos de pesca.
Los nudos de pesca pequeños, demasiado grandes, mal realizados o en una línea que no es la adecuada, es a menudo uno de los puntos flacos para tener éxito -o no-, en nuestras jornadas de pesca.
Vamos a hacer un repaso por los cinco nudos imprescindibles, los mejores y más básicos que todo pescador debe conocer.
Este sencillo nudo es uno de los más utilizados. Sirve para unir nuestro hilo a la parte principal del carrete.
Está pensado para la pesca a mosca. Es muy seguro para esas ocasiones en la que nos quedamos completamente sin hilo en la bobina.
Para realizarlo, tenemos que rodear el eje del carrete con un extremo del sedal, luego juntar los dos extremos en paralelo.
A continuación, pasar un extremo hacia atrás y dar, por ejemplo, 6 vueltas, metiendo la punta por el interior de la lazada.
Y ya lo tenemos. Tiraremos lentamente de la parte móvil del sedal para así ajustarlo. Para terminar, cortaremos la parte sobrante. Así de sencillo y rápido.
Este nudo es muy resistente. Se usa para asegurar un hilo de pescar a un anzuelo, a un señuelo, rápalas y quita vueltas entre otros.
Este nudo no es aconsejable para diámetros grandes, ya que hay que pasar el hilo dos veces por el ojal del anzuelo.
Su realización es sencilla: realizaremos un doble pasado por el ojo del anzuelo. Posteriormente, lo pasaremos por la argolla del anzuelo y, al final, haremos un nudo, metiéndolo por la punta del anzuelo.
Para finalizar, cortaremos el final del sedal a unos 3 milímetros del nudo, y ya lo tendríamos listo para pescar.
Este es uno de los nudos básicos para la unión de líneas de tamaño similar. Es rápido de hacer, fuerte y no es nada voluminoso.
Es uno de los más utilizados, sobre todo cuando necesitamos atar rápidamente dos líneas.
Para realizarlo, empezaremos haciendo un medio nudo -sin llegar a cerrarlo del todo-, luego le daremos una vuelta más y volveremos a hacer un medio nudo con los extremos.
Para terminar, apretaremos bien el nudo y cortaremos lo sobrante.
Este resistente nudo puede soportar hasta 25 kg de peso. Es perfecto para sujetar el hilo a un anzuelo o señuelo.
Para hacer el nudo Clinch, pasaremos el hilo por el ojal del anzuelo y luego le daremos unas vueltas alrededor del hilo.
La parte del hilo que hemos utilizado para dar esas vueltas, la llevaremos hacia atrás, y la volveremos a pasar por el ojal que se ha formado entre ambos hilos.
Por último, tiraremos fuerte para dejar el nudo bien apretado.
Conocido por sus diferentes nombres: nudo inglés, unión inglesa, nudo halibut, nudo de los enamorados o nudo del barquero…
Recibe su nombre por su frecuente utilización para unir o alargar los sedales de los aparejos de pesca.
Si algo caracteriza a este nudo básico es que es igual de fácil de hacer, que de deshacer.
Para realizarlo, haremos dos nudos simples, cada uno atado a la parte central del otro.
Este nudo no está hecho para soportar gran resistencia o peso.
En caso de necesitar un nudo resistente, podremos optar por algunos de los anteriores o utilizar alguna variación de este nudo, como el nudo de pescador doble:
No hay que confundir el nudo de pescador con el de vuelta de pescador, ya que son completamente diferentes.
Una buena recomendación para realizar bien los nudos de pesca es humedecer bien el sedal de pesca antes de hacer cualquier tipo de nudo. De esta manera, reduciremos el calor provocado por la fricción de los materiales.
Recuerda que, después de nuestras jornadas de pesca, al igual que siempre habrá que cuidar y limpiar nuestros equipos, también es un buen consejo el ir aprendiendo poco a poco, para llegar a ser unos profesionales de esta afición tan bonita como es la pesca.
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