Gracias a los nuevos materiales que llevan los equipos de pesca, esta tarea se ha facilitado una barbaridad. No obstante, la práctica de la pesca se realiza en ambientes con mucha humedad y polvo (agentes causantes del deterioro de nuestro equipo), si no realizamos un cuidado y mantenimiento cuidadoso.
Uno de los errores más comunes cuando nos iniciamos en la pesca con caña y carrete es que no lavamos nuestro equipo, e incluso lo sumergimos en agua salada, cosa que ocasiona daños considerables en todas las piezas, tanto fijas como móviles.
Si no lavamos nuestro carrete empezará a presentar corrosión y poco a poco, se irán dañando esas partes móviles hasta dejar de funcionar correctamente.
En todos los carretes es importante lavar el equipo con el freno apretado, es decir, debemos cerrar el freno al máximo, lavarlo y al terminar, debemos aflojarlo y dejar la bobina libre o casi libre.
Con la aparición de modelos sellados de carretes, se ha conseguido minimizar el mantenimiento básico que se les debe hacer, pero saber cómo debemos realizar un perfecto mantenimiento, alargará su vida útil y nos garantizará que no falle precisamente en un momento importante o de máxima exigencia.
El agua siempre es perjudicial para los mecanismos de nuestros carretes. Consigue meterse en aquellas zonas en las que no podemos secar bien, produciendo oxido, deterioro de la grasa…
Si posees una caña de 2 piezas, comprueba sobre todo si ha pasado un período de tiempo prolongado, que la unión entre las secciones aún esté apretada. Si está floja, podrías quebrar una o ambas secciones. Y asegúrate siempre de que ambas las secciones estén libres de arena y suciedad. Lo mejor es torcer ligeramente las secciones para unirlas, en lugar de simplemente empujarlas juntas. Cuando separares las secciones, si las tuerces de manera inversa ayudarás a que las secciones se separen más fácilmente para el almacenamiento.
Un truquito: si tus secciones no se separan, no las fuerces. Utiliza un cubo de hielo durante 1 o 2 minutos en la unión y luego vuélvelo a intentar, verás cómo sus secciones se separan fácilmente.
No te olvides tampoco de limpiar tus cañeros de pesca. Aunque estén hechos de acero inoxidable y sean de máxima calidad, necesitan unos cuidados básicos para estar siempre como el primer día. Nunca deben limpiarse con lejía, ni con limpiadores en polvo, ya que los rayarían.
La humedad y el salitre, nunca ayudan a su cuidado, lo mejor es limpiarlos con una bayeta de microfibra ligeramente húmeda o con una esponja con un poco de jabón neutro y secarlos bien.
Por supuesto, es esencial repasar todos nuestros señuelos artificiales, sustituir los anzuelos deteriorados y reparar y alinear todas las anillas si no queremos perder capturas por un mal mantenimiento de los cebos.
Si el carrete ha caído al agua, es más que recomendable que retiremos la bobina y realicemos una limpieza algo más a fondo, además de valorar si tenemos que realizar un lubricado.
Lubricar el carrete de pesca no es una labor del todo sencilla, sin embargo, se recomienda realizarla al menos una vez al año, preferiblemente al comienzo de cada temporada.
Tanto si realizas la pesca en agua dulce como en agua salada, es importante cuidar todo el material con el que va a pescar. Y por supuesto, cuanto más limpio esté el carrete, mayor será el rendimiento.
Como siempre, esperamos que este artículo te haya servido de ayuda, y no lo olvides: en ONNautic tenemos el mejor servicio técnico para resolver todas tus dudas. ¡Buena pesca! 🐟
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